Como en una noche estrellada de verano,
con las más hermosas luces se vistió mi alma
y salió al encuentro de la más bella estrella que en el firmamento brillara.
Vestida de gala
se paseó por la pasarela galáctica en un desfile de cometas.
Emocionada por el mágico espectáculo que el universo le ofrendaba
brotaron encendidas lágrimas que descendieron sobre los planetas como polvo
de estrellas.
Luz y brillo de un universo de ensueño,
mágica visión que el alma agradecida contempla.
Regresa al cuerpo de su viaje satisfecha
y se cobija junto a su dueña bajo un manto de lunas y estrellas.
Imagen de la red
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