lunes, 8 de febrero de 2021

REENCUENTRO





 



 Nunca había conseguido olvidar aquel inefable momento, aquel día en que los planetas se alinearon a su favor y por primera vez se conocieron en persona. Los hados se pusieron de acuerdo, preparando el momento y convirtieron la nieve en dulce algodón, el cielo se abrió dando paso a un firmamento espectacular con  luminosos rayos de sol que calentaban el frío atardecer de aquel crudo invierno.

El encuentro fue impactante para los dos, ambos quedaron quietos frente a frente, buceando en sus miradas con una ternura indescriptible. Se fundieron en un abrazo largo y cálido en el que sus cuerpos quedaron envueltos en lo que pareció un instante eterno expresando la emoción del encuentro, en silencio, uniendo el latir de sus corazones en un mismo latido en el que sus almas se reconocieron. 

Caminaron con las manos entrelazadas, con la mirada relajada, la sonrisa en los ojos que, ávidos se buscaban en el lenguaje cómplice de las no-palabras que propicia el silencio, devorando los segundos que grabados quedaron en la memoria de un tiempo inexistente, perpetuando el instante en el que los planetas se alinearon y los hados propiciaron el reencuentro de las almas que en todos los tiempos anduvieron errantes esperando el momento.

Se perdieron entre los callejones de la concurrida ciudad ausentes de todo lo que a su alrededor sucedía, sólo contaban ellos, dos cuerpos fundidos en una misma alma atravesando el túnel de sus deseos, perdiéndose en el anochecido cielo, sumergidos en su propio espacio ausentes de todo tiempo.





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