A cámara lenta captar quisiera hasta el más mínimo detalle de todos los espacios y recodos de los que se compone tu geografía. Cada fragmento de tu piel, cada ladera, cada pendiente y desnivel, todas las mareas y corrientes que manan y fluyen cual cascada imparable desde la profundidad de tu mirada. Las mil lunas y soles rutilantes que reflejan tus pupilas iluminando el camino que conduce hacia tu alma.
A cámara lenta deleitarme quisiera con cada palabra de amor que el alma dicta y el corazón con su latir declama. Descomponer cada sílaba, cada letra por separado para después, más tarde, recrearme en deletrear tu nombre y volverlas a componer a mi aire inventando nuevas frases, nuevos poemas de amor que dedicarte.
A cámara lenta quisiera grabar cada segundo a tu lado transcurrido y que mi objetivo sea capaz de conseguir hasta el más leve suspiro, el más perfecto fotograma, la más bella radiografía que retenga mi retina al introducirse en ti y llegar a tu ser más auténtico, tu esencia, inyectar tu alma de amor, el más puro néctar, elixir de amor del que mi ser se alimenta.
A cámara lenta quisiera que el tiempo transcurriera, que la noche se detuviera en el amanecer y el nuevo día nos sorprendiera enlazados nuestros cuerpos, piel con piel, latido contra latido, fundidos en el dulce abrazo de un amor captado a cámara lenta, sublimando a perpetuidad el momento guardado en la memoria del tiempo.
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