MANOS

Manos tiernas,

 manos suaves, 

manos endurecidas,

manos amantes.

 Manos de tacto sabio. 

manos que generosas se abren.

 Manos con surcos de tiempo en sus palmas grabados.

 Manos que imploran, 

manos que entregan, 

manos que reciben,

 manos que regalan. 

Manos que acarician,

manos que solicitan ser acariciadas.

Manos que buscan el contacto, 

manos que encuentran alivio en otras manos.

 Manos que sanan heridas,

 manos que hablan en mudo lenguaje.

 Manos que expresan alegría, 

manos que muestran llanto.

 Manos que abrazan, 

manos que besan, 

manos cansadas, 

manos plácidas.

 Manos transparentes, 

manos ajenas,

 manos golpeadas, 

manos incansables.

 Manos que unen manos, 

manos que crean lazos.

Manos que brindan amistad, 

manos de amor,

manos del mundo.

 Manos hermanadas...manos humanas.  

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VIDA

Brotó con fuerza de entre las aguas que remolinos en su rebeldía formaban, brotó con fuerza como impelida por un resorte impregnando el ambiente con su dulce aroma. Como inmenso geiser se  abrió paso desde el mismo centro de la la tierra, allí estaba, majestuosa cual diosa de la mitología griega. Renació una vez más de entre las profundidades mostrando cuán grande es su belleza, luz resplandeciente coronaba su hermosura, luz pura que cegaba con la mirada los ojos de quien la contemplara.

Emergió de entre el silencio que al crepúsculo acompaña, amalgama de destellos complementan el lumínico espectáculo. Rojos y dorados se reflejan en el firmamento, vida traía en su regazo la luz del día, vida propagaba con sus amantes destellos, vida ofrecía sonriente, vida en un explosivo avance de memoria perpetua.

Parturienta constante la tierra a ella se abraza, pleitesía le rinde como muestra y reconocimiento a su única reina. Bienvenida de nuevo, el viento proclama, impaciente espera el nuevo día para contemplar el gozo con que los rostros sonrientes la acogen. 

Nuevo aire se renueva, impetuosa con su entrada dispuesta a comenzar su danza a la que al mundo invita. Bienvenida seas de nuevo a iluminar la tierra con tu sonrisa, bendito esplendor que deja en los seres del planeta. Diosa esperada,  amando tanto, en cada amanecer, en cada nueva mañana  tu ofrenda dejas como el más bello y preciado de los regalos, Vida ofreces con los primeros rayos que proclaman tu llegada.










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EN LA MISMA FRECUENCIA

Desprovista de toda vestidura mi alma se prepara, limpia la mente de historias mi pensamiento se hace tuyo y te acoge. Desprovista de toda intención más que la de amar hace que vuele hacia ti, que mi pensamiento con el tuyo se cruce y se encuentre, que la conexión entre nuestras mentes se produzca y nuestras almas fundidas en una sola se expresen libremente.

Desprovista de artificios, en silencio, vago entre el tiempo que se detiene hasta llegar a tu morada, entro en tu profundidad en la que confluye nuestro más mínimo pensamiento, actividad sensorial que una a otra nuestras almas detectan.

Silencio y calma en el mar de este viaje me acompaña, nada se interpone en la trayectoria de la frecuencia que nos envuelve, radar en alerta, ondas que se propagan hasta alcanzarte, ondas con las que nuestras almas se retroalimentan.

Estado en el que el todo y la nada se confunden, solo los sentidos perciben la llamada, no hay palabras, el corazón se expresa en un mudo lenguaje, latido constante y acompasado en que se sublimiza el verbo. Por único sonido el de mi respiración que te presiente y el de tu aliento acudiendo al reclamo de mi exhalación, oxígeno de amor que el alma retiene.

Voz sin sonido de un mismo sentir, golpetazos del corazón que bombea por respuesta, nuestro sentir se acopla a la misma frecuencia de onda y se expande, se intensifica el momento, el tiempo se detiene conteniendo en sus manos las vibraciones que de nuestro ser emanan. Elocuente diálogo que en la distancia nuestros pensamientos mantienen.

Desvestida de toda nostalgia con una sonrisa sosegada en la mirada mi ser acoge el sonido de las no palabras, sin interferencias que impidan que nuestro pensamiento se una y nuestras almas se fundan en unidad única conectadas a la frecuencia de onda que emite el Universo.











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ESCUCHÉ TU VOZ

Escuché tu voz, despertó en mí de nuevo la emoción que adormecida permaneció en brazos del tiempo. Despertó con ímpetu, con fuerzas renovadas, se escapó sin querer o quizá queriendo el recuerdo de mi interior erizando la piel, estremeciendo el alma, inhalando aromas del más puro amor que no pudieron desterrar de mi corazón ni la distancia ni el tiempo. 

Desbocado corazón que su ritmo cambió al reconocer entre todas las notas tu sonido único. Escuché tu voz desde la lejanía del ensueño, envuelta en realidad y fantasía elaborando quimeras para al despertar abrazar con cálida esperanza la certeza de tu llegada.

 Escuché tu entonación pronunciando mi nombre muy despacio, acercaste tu mano a mi corazón y el latido se anticipó a la mañana.

Desperté y escuché tu voz con todos los sentidos desvelados, lágrimas por la emoción fluyeron con la vívida sensación de mantener el cálido contacto de tus manos sobre mi corazón, acariciando el alma que te esperaba, alcanzando a besar en un susurro mi más profundo ser, mi esencia. 












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