lunes, 14 de marzo de 2022

VUELVES

  





Vuelves una y otra vez cuando cae la noche, cuando la oscuridad se aproxima y el silencio se pronuncia activando todos los resortes que invitan al sueño. Vuelves una y otra vez cuando las luces se apagan, cuando mis ojos se cierran, cuando mi mente se calma y mi alma te sabe y  segura te espera. En ese momento de magia en el que realidad y fantasía se fusionan dando rienda suelta a los deseos, momento en el que todo es posible y todo ocurre bajo el cálido manto de la verdad que existe muy adentro.

Vuelves una y otra vez y la mirada interna recorre el espacio por el que percibe que te acercas, ahí estás, inconfundible y cierto formando parte de esa otra realidad que nos envuelve y nos funde en el mismo plano, en el mismo sueño.

Escucho tu respiración y te inhalo absorbiendo tu esencia. Se apodera de mí una hermosa sensación de plenitud al saberte de nuevo tan cerca, tan mí, dos almas errantes vagando unidas entre realidad y ensueño.

La estela de tu aroma queda impresa en cada palmo de mi piel, adentrándose hacia el interior hasta abrazar la más diminuta partícula. Mis sentidos despiertan al mismo tiempo que escucho tu latir acortando la distancia entre mundos pasados y presentes, entre días y noches perpetuas, deteniendo el reloj, paralizando el tiempo.

Inconfundible eres a pesar de no conocerte, mis manos recorren el espacio del desnudo lecho buscando tu nombre, no te hallo pero sé que existes dentro de mí, instalado por siempre, perviviendo en mis sueños, saboreando  la experiencia de un amor que comienza cuando el sol se pone y la luna brilla para mostrarte el camino que a mi alma te guíe, donde te espera, te recibe y emocionada te abraza. Ahí, en ese punto de encuentro te siento, recuperando recuerdos de muchas historias de muchos tiempos.

Te adivino, te percibo, te intuyo, te presiento y siempre ocurre que vuelves, te acercas y en mis sueños te introduces dándome a conocer la inmensidad que habita en mi interior, un amor infinito del que mi alma se nutre y se alimenta. Un amor que se mantiene vivo cuando amanece y despierto con la certeza de tu existencia y tu esencia permanece conmigo hasta que el sol se pone y la noche llega propiciando un Amor que se reproduce cuando cierro los ojos y te acercas y conmigo te fundes en el más sublime de los sueños. 




Imagen de la red