Cuando la noche llega con su porte de misterio se disparan los sentidos, las emociones se desatan y libres danzan sin que nada pueda detenerlas. Emociones, sentimientos, anhelos, deseos y recuerdos fluyen en libertad y juntos vibran y viajan en el espacio del imaginario desvelado o en el que permanece atento a tu encuentro.
Dama cambiante para quien te espera, grises eliges algunas veces, otras te vistes de oscuros tules y en ocasiones resultas de lo más seductora con tus gamas intercaladas de satinadas gasas perfumada de amapolas.
Te aproximas impaciente por mostrar tu encanto, por seducir corazones. Te conviertes en provocadora insaciable suscitando intensas pasiones. Haces uso de tus ardides seductoras y te envuelves en tus galas y formas con las que te presentas haciendo los honores a tu entrada.
En tu virtud más destacada las mentes se desbordan con las más bellas fantasías de las que disponen, o, dependiendo del momento, muestras tu lado más oscuro, más tenebroso invocando los demonios que despiertan jubilosos y desvelan a los durmientes en un baño de fríos sudores.
Te sabes soberana en tu reino y sientes que no pasas desapercibida para nadie, todos hablaron y siguen hablando de ti en todos los tiempos, poetas, artistas pintores, músicos, inventores de cuentos.Todos se rinden ante el hechizo que despiertas, se recrean en la creación de fantasías que tu influjo provoca.
Desprendiendo tu magnetismo hipnotizas la luz diurna que sucumbe a tus encantos, ciegas al sol que queda eclipsado con tu pócima mágica. El firmamento se inclina ante ti y te rinde pleitesía, te hace los honores con un espectacular lienzo de crepusculares rojos preparando con mimo el lecho en el que tengas el mejor acomodo.
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